sábado, 20 de agosto de 2011

Proclama de escritor




Proclama de escritor

Hoy me levanté proclamativo. Debería haber cogido un cajón de manzanas y gritar a los cuatro vientos. Pero el viento era frío y me amilané. Además ya no existen los cajones de manzanas, qué diablos. Por eso me puse a escribir, para mitigar el ansia que desvela.
De vez en cuando me dan esos ataques. De incorrección burguesa de lo ufano. De pestilencia vil hedonista. De pelotudo nomás. Qué se yo.
Es bueno escribir sin pensar. O pensándolo lo menos posible. Así tal vez el alma inquieta que me anima vacile, en su discurso armado de ocasión.
Dejando ver la verdadera urdimbre de su tela áspera de telar.
No, yo necesito una platea expectante. De retinas dilatadas. Taquicárdica, sedienta de mi obra, mejor. No me conforma el abúlico levantar de pulgares.
Si por mi fuese, los entregaría a una jauría de leones de circo, ¡cagatintas!.
¿ Acaso es mucho pedir, queridos lectores?

Esteban Silva

No hay comentarios:

Publicar un comentario