lunes, 16 de julio de 2012

Yo necesito



Compramos objetos por necesidad. Y por impulso, cada vez más. Es que en la nueva rueda de la modernidad suplimos nuestros anhelos de felicidad a cada instante. Lo concreto, se nos presenta como moneda de cambio. Compramos ilusiones, de vidas de representación, en modelos de éxito garantizado. Compramos oro, monedas de trueque.
Compramos salud. Relaciones de corto plazo. Vida de laboratorio. Nichos mortuorios.
Viajes al espacio. Espacios de privilegio. Seguridad personal. Servicios.
Compramos tierras. Convenciones de habitabilidad en recintos pre determinados. Planes en cuotas. Al contado. Diferido. Con descuentos. Compulsivamente.
Dependencia.

¿ Y si no hubiese nada más que comprar?.

Y si tuviésemos que ser autosustentables. Proveernos nuestro alimento. Ser felices con los que nos rodea.
Necesitaríamos un cambio de paradigma.
Algo que cambiase de raíz nuestro modo vida, y para siempre. Algo a gran escala.
Un Holocausto. Eso, estamos necesitando

2 comentarios:

  1. Florencia Brandam Méndez :Es cierto, compramos todo... y hasta las relaciones entre las personas son distintas, ahora todo es a través del chat, casi nada de levantar el fono y sentarse a hablar. Fijate que hasta la gente se conoce por ese medio... qué loco es todo este mundo moderno.

    ResponderEliminar