viernes, 4 de mayo de 2012

Egonautas




Lo cierto, es que nadie viene al mundo por voluntad propia. Apenas si descubrimos algún propósito en la mirada de nuestra sangre. Y ese discurrir de sentimientos desencontrados que acaso nos brinda el destino, nos define.
El segmento circunscripto por dónde transitamos. La vaguedad de las cosas.
Árboles caídos después de un temporal. Agua estancada que demora en evaporar. Accidentes geográficos sin resolver. Eso somos.
Tamaña magnitud queriendo articular el beneplácito, lo loable, la dignidad de ser.
Nos abruma.
¿ Quién puede ver el mapa y ser parte al mismo tiempo?. ¿ Quién puede ver lo auténtico?. Por eso preferimos sin saber el anonimato, ser voces ahogadas en una multitud, el gris moderador.
Siempre claro, que el ego no hable por nosotros.

Esteban Silva



1 comentario:

  1. Irina Laura Silva: Me gusta, queda plasmado el misterio de la vida. Y esa cosa que escapa a nuestra voluntad...

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