Restauración.

Al abandonar los ideales, claudicamos en la tarea que nos fue confiada. Aquella que habitó en nuestro interior desde los primeros momentos. Tal vez nuestro derrotero, descanse acomodaticio en el vivac de nuestras falsas creencias.
¿Cómo vislumbrar el camino entonces?. ¿Hay algún manual al cual aferrarse; un punto de referencia?.
Restaurarnos. En un punto concreto del pasado. Dónde efectivamente no estuviésemos contaminados. Dónde nuestros recursos y potencialidades se hallaban a pleno.
Retomar aquellos rieles por dónde transitábamos. Sin duda, estarán llenos de maleza.
Cubiertos por lo que creció indiscriminadamente a su amparo durante años.
Hemos de encontrarlos. Así entreguemos la vida en el intento.

Esteban Silva