viernes, 2 de enero de 2015

DIOSES DE LA ACTUALIDAD


La era moderna está visada en creencias decadentes, anacrónicas.
Deidades del pasado continúan su reinado de terror y opresión en el presente.
Lo hacen a través de las religiones y sus secuaces. Pero su hálito está por extinguirse.
Los Dioses que animan su mandato han caído en el olvido. En las plegarias inútiles, mal atendidas de sus feligreses. En el desamparo hostil de una masacre. Una tras otra.
Cómo todo proceso de cambio entonces, debemos estar alertas a la oportunidad que la nueva era nos brinda, y proponer un nuevo panteón más acorde con nuestros nuevos hábitos y creencias.
Para empezar, basta de monoteísmo autoritario. Necesitamos retornar a las viejas fuentes.
Una deidad, para cada necesidad.
Un Dios acorde a las circunstancias. Que maneje a fondo un tema. Para hacerle los pedidos necesarios, sin tenernos que preocuparnos por su idoneidad o competencia.
Un Dios del dinero por ejemplo: que nos aconseje en materia financiera, apruebe o desapruebe un emprendimiento. Nos diga si comprar dólares o esperar. Si es momento de sacar un préstamo o cambiar de trabajo.
Un Dios de la salud. Que sepa de enfermedades modernas. Tanto virológicas como de orden psíquico. Que tenga en cuenta la creciente expectativa de vida y mengüe la salud de los ancianos a favor de los niños.
Un Dios de la tecnología. Que nos asista en los dilemas de la actualidad: 3G o 4G, Tablet o Netbook, X box o Play Station. Un Dios al que podamos acudir para la protección de nuestros ordenadores. Un Dios que nos provenga de buena señal Wi-fi en todos los lugares, aún en los remotos. Un Dios que sepa de compatibilidades y software .Un Dios con: “ Whatsapp “.
Un Dios de las redes sociales. ( Ese de hecho ya existe..) . Que nos inspire en nuestros post y no castigue por los innecesarios o burdos.
Que deje caer sin piedad la furia de su fusta en todos aquellos que indiscriminadamente ventilan sus bajezas sin otro ánimo que el de enfermar la vida de los otros.
Un Dios que tenga a todos los contactos en su agenda y que aquellos que no les interesa la interacción con la red por sentirse “superiores “, sean desterrados definitivamente a Orkut o Messenger.
Un Dios de la fertilidad. Canchero. Atento a las nuevas tecnologías de fertilización asistidas.
Y que una vez atendida todas las demandas de sus fieles y no haber podido ser correspondida, actúe de oficio en los casos de adopción que así le demandasen.
Un Dios de la Paz. Ecuánime. Que intervenga en la disputa de conflictos, poniendo en la balanza todos los antecedentes de las partes. Que de su arbitrio, éstas queden satisfechas.
Ya no será necesario un “Dios de La Guerra “. Ese es un deseo individual o de conjunto menguado. En adelante sólo se tomarán deseos de orden “universal “. Por lo que las partes deberán ponerse de acuerdo o el Dios “actuará de oficio“, sin derecho a réplica.
Un Dios Ambientalista. Que abogue por la preservación de la naturaleza y el ambiente. Un Dios al cual invocar en las disputas contra las empresas. Que tuerza el destino de los atropellos industriales en pro de la conservación del medio ambiente. Que joder, que cuide lo suyo, si él lo creo.
Un Dios de la Prosperidad. De atributos generalistas. Que devuelva con creces los esfuerzos de los productores, cualesquiera sean, siempre y en cuando: respetan todas las etapas del proceso productivo con honestidad y justicia.
Que premie al probo, en la tarea que ejerza. Al sacrificado, al sumiso. Que castigue al especulador, cuando en concurso de sus actos, inflija daños a los que los rodea.
Por último no serán necesarios ni invocados Dioses del pasado como: Del Vino, De las Estrellas, De la Creación, De las Guerras, De los Deportes, ni ninguna otra manifestación individual o vaguedad pestilente de ocasión.
No habrá musas, hadas, ángeles o cualquier entidad de rangos inferiores.
En fin, Dioses a la medida de las necesidades actuales. Dioses democráticos y transparentes.
Total, ¿ Qué nos impide crearlos?.
Su existencia, son la pura manifestación del deseo humano.
Deseemos éstos, pues.

Esteban Silva

No hay comentarios:

Publicar un comentario