¿Cómo saben las lágrimas ocultas?, esas, las que alma le niega a los intrusos.
Interior, hábito exiguo dónde florece el desconsuelo. Echa raíces y se afirma.
Es menester que la voz se alce. La profecía se cumpla. El destino invada.
La quietud turba el desarraigo, lo sabe la desdicha.
Capaz de arrastrar en su océano lo vasto de su fe, imagina paraísos dónde exiliar su ánima. Ahí sola, en el escarceo brioso de su engaño, se reconcilia. Abre sus venas para mitigar su agobio, alucina. Y en el estertor propio de su aliento, recomienza a andar…
Esteban Silva
"Un día abrió sus venas
ResponderEliminarcansada de tanta tristeza
De ellas salieron flores, mariposas,
Extrañas músicas
Entonces lo supo
Adentro suyo
Habitaba la felicidad."
Un beso o 2 #