miércoles, 7 de septiembre de 2011

La debilidad, corrompe.




La extrema lasitud de lo profano define al débil. En su burbuja de aire jabonosa se escuda esmirriado. No por defender su honor, sino por victimizarse ante los demás.
Intentando distraer, atrae. Circunspección aparente que esgrime por objeto.
Podría pasar por ingenuo, pero no lo es. Créanme . Nos es dado a los hombres vituperar a estas alimañas. Descubrir las piedras en dónde se ocultan. Llenar de humo sus madrigueras. Cazarlos cómo a la mulita. Sí, con un dedo en el culo por arpón.
Para que a la luz del sol, expongan sus flaquezas. Sus mañas inútiles, su descaro.
Preparemos el cadalso de su deshonra, afilemos el hacha, martillemos el cerrojo del fusil junto al paredón. O mejor no. Dejémosle blandir su bandera . Desconsideremos su esfuerzo con indiferencia. Para que su voz trémula se ahogue en la soledad de su amparo. Para que el veneno de su ponzoña circule eternamente por sus venas.
Solo así, podremos reparar en la maldad que quiso ser, y que no ha sido…

Esteban Silva

1 comentario:

  1. A Natalia Krabica y Eleanor Smith les gusta esto.

    Kolokol Ediciones :es polemica esa afirmacion...antes se decia que "el poder corrompe", pero tu afirmacion sobre la debilidad es como ver a la mujer violada como una estratega

    Esteban Silva Sí, pero yo hablo concretamente del que se aprovecha de su debilidad aparente, sacando provecho. Es una visión genérica. No creo que la mujer saque provecho de una violación. Ahí es claramente una víctima de la violencia de género. El texto intenta establecer una paridad en la argumentación, independiente del contexto, genero, raza o división imaginable.

    Esteban Silva: La debilidad es: apatía, no intervención, falta de postura, silencio de conveniencia...

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