Que la poesía le es dada a unos pocos. Y que en su afán de egocentrismo, se olvidan de pisar en este mundo.
Que el relato corto es de vagos y pedantes, intentando magnificar lo superfluo.
Que la novela es trabajo de albañiles esmerados. Que el tiempo dedicado las completa.
Que el cuento es un ejercicio de principiantes. Y que no teniendo nada para contar emplean la ficción como recurso.
Que el manifiesto es la pancarta burda de un obtuso.
Que la crónica es un relato de niños del primario.
Que la masmédula es de pelotudos.
Que la vanguardia, ya fue.
En fin, he decidido escribir sólo listas de compras. No me jodan.
Esteban Silva
