sábado, 15 de agosto de 2015

La gota que rebalsó el vaso

Al término de una promesa incumplida, se yerguen dormidos los sueños anhelados.
Apelando siempre a las grandes construcciones verbales, carentes de cemento y ladrillos.
Lo único que sobra es agua, en esta gran empresa de solapar lo remediable.
En concurso de iniquidades sostenidas, a lo largo de generaciones.
Siempre nos es dado ver la misma foto. Una y otra vez.
Desamparo, carencias, inacción, desastre, oportunismo, conmiseración, solidaridad…
No importa el orden.
Importan las soluciones. Tan lejanas, como la honestidad de los gobernantes de turno.

Esteban Silva