sábado, 30 de julio de 2011

Depende.

Depende.


Depende. La lenta agonía del pasado se hiergue en ocasiones. Reclama su voz silenciada en el tiempo. Está en uno oír sus reclamos; atender sus súplicas.
Quizá lo nuevo construido sea para siempre. Y el nuevo paradigma que se instala firme en la conciencia, destruya lo andado.
Tal vez, la trampa elíptica del recuerdo se apodere del carácter débil, ahuyentando la dicha.
Dilemas. Vivir coaccionado por el fantasma del otro . Subyugar su aliento estéril por el resto de las horas.
Ardua tarea enfrenta quien tiene, por único adalid su esperanza.

Esteban Silva

1 comentario:

  1. el pasado que reclama su voz silenciada. Bellísima imágen. Saludos

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