martes, 23 de octubre de 2012

Boomerangs


Lo que se dice hastiado, hastiado no estoy. Es más una sensación sombría de no poder construir aquello que imagino. Dada la imposibilidad que en la actualidad me embarga, sería propósito un cambio de paradigma. En vano espero por un golpe de timón. Un viento favorable en que finalmente despegue. De este piso metálico, al que estoy firmemente soldado. El sólo hecho de pensar escribiendo, es una excusa a la acción.
Por eso viajo, para ensayar. No es que me interese salir de la rutina. Me interesa ver un contexto distinto a mis circunstancias. Y tener alternativas. El cine, los libros, las canciones van por ese camino. Son ventanas. A lo que nos rodea, al universo paralelo que re creamos al percibirlas. Toda una vida persiguiendo al ser, para poder no ser.
Eso mismo, a lo que estamos acostumbrados.
Para que el ciclo se complete con éxito, debemos ser boomerangs.
Que una vez lanzado, describe una órbita elíptica . Recorriendo una gran distancia cercano a la tierra hasta ganar altura. Una vez en la cima, observa por instante sus obras, para emprender su regreso al punto de partida. Claro, un mínimo desvío en la trayectoria inicial puede alterar el objetivo previsto. Precipitarse anticipadamente contra el suelo. No ganar altura. O simplemente perder el camino de regreso.
En eso estamos los atribulados. Recalculando trayectorias.

Esteban Silva

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