martes, 6 de noviembre de 2012

Que significa ser humilde


Está sobrevaluada la humildad. Revisemos este concepto. Caracterizada como “ aquella persona que que tiene la capacidad de restar importancia a los propios logros y virtudes”, hoy en día se nos ocurre extraña. Y no es, que no deba ser así. Pero el tiempo actual, carente en dechados en virtudes, se nos plantea como campo propicio para las manifestaciones del individuo.
La humildad vivió al rescoldo de una era. De la era cristiana, para ser específicos.
Pero hoy en día, como todo el mundo bien sabe, el pensamiento universal sobrevive por encima de estas anacrónicas letanías.
La humildad está relacionada al pobre. Por la segunda caracterización de la que consta el vocablo. Pero hay humildad en todos los estratos, independiente de la condición.
A mi me gustaría considerar que humildad, no es quien resta importancia a sus logros, sino quien no se vale de ellos para proseguir su empresa u obtener un rédito extra.
Aquella condición intrínseca, del que se siente en igualdad de condiciones y oportunidades frente a las manifestaciones culturales de la sociedad.
Que nos impide, confiar en nuestros valores, a instancias de ser tildados de vanidosos.
La confianza en uno mismo, al cabo, se proyecta exponencialmente en nuestro derrotero. No descubriremos la pólvora con ello, pero todo el mundo sabe, que somos aquello que queremos ser.
Entonces, si esto es así, y nuestra condición se ciñe al modelo de normas y conductas de la sociedad actual, podremos seguir adelante impunes a las consideraciones ajenas.
Que después de todo, no hacen solo sino coartar nuestro más dedicado aliento espontáneo, la motivación…

Esteban Silva

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