sábado, 19 de septiembre de 2015

La reflexión, nos hace peores a los malos

Un gordo. Un gordo dormido en el colectivo 53 rápido.
El que va, del culo del mundo a Constitución y de ahí, vaya a saber dónde…
Un gordo con campera en plena primavera, para contener sus 153 kilos transpirados.
Una campera gris, con bandas reflectivas. Adelante y atrás, sendos escudos de Ramones: “ Hey Ho lets Go” cubren los logotipos de “Nítida”, empresa recolectora de residuos.
No está dormido. La cabeza apoyada contra el vidrio es sólo un “acting” . Está promediando el pasaje, en la hilera de asientos sueltos.
Plausible de ser solicitada su butaca, le imprime estoicidad a la escena en su falsa vigilia premeditada. Tiene el pelo corto , prolijo, a la moda. En su nuca, una trencita fina de unos 20 centímetros nos recuerda su pasado feliz, antes de la formalidad del trabajo en blanco.
No duerme, porque a intervalos, sale de su letargo una uñita palera de su bolsillo para imprimir cierta selección musical a un celular “Samsung”, grande cómo una tablet.
Zapatos de trabajo con punta de acero. Reloj de puesto Camerunés de Liniers y anteojos al tono.
Todo esto, producto del acompañamiento obligatorio que es menester mi persona al estar en reparación mi motovehículo.
Ahora yo pregunto: Gordo, seamos serios. ¿ Conocés una goma de Ramones vos?.

Esteban Silva

No hay comentarios:

Publicar un comentario