Spike Jonze, es un director poco prolífero. En su dilatada carrera, apenas cuenta con cuatro films en su haber. Pero dos de ellos sin duda serán largamente nombrados como “ Quieres ser John Malkovich “ y la película que quiero comentarles ahora : “ Ella”.
“ Ella “ es una película premonitoria. De las relaciones interpersonales en un futuro cercano, y de la dependencia de la tecnología para llenar los “ vacíos de soledad”.
Un Joaquín Phoenix espectacular, con su registro habitual de personajes complejos y atormentados existencialmente lleva el rol principal. La película no se detiene en explicar eras, ni lugares ,ni ningún anclaje temporal al cual estemos emparentados.
Presumimos por la cercanía del vestuario y apertreches tecnológicos que se trata de un futuro cercano, distante apenas diez años, o menos.
La caricaturización que hace el director de la raza humana es digna de observar. A través de su guión una serie de profundas reflexiones nos vislumbran una posible evolución del ser humano acompañado de las tecnologías robóticas artificiales.
Pero lo hace de una forma sarcástica, llena de ironía, lejos del registro habitual moralizante o advenedizo. Que un programa de software llegue a ocupar un rol esencial de pareja, en una relación Humano-inteligencia emulativa es inquietante. Y si bien la peli se presenta como una cuasi fábula del futuro, su resolución , está más cerca del género duro de ciencia ficción como “ Terminator” u “ Odisea 2001”.
Y aquí es dónde quiero hacer una salvedad. Siempre se ha especulado con la aparición de la inteligencia artificial, pero en principio, el programa que atendería los vacios de soledad del personaje “ Theodore “ era un simple programa de emulación . En un momento, este programa crece hasta adquirir conciencia propia y emerger como entidad independiente.
A diferencia de “ Terminator” , no tienen a su alcance el sistema de misiles teleguiados del sistema de defensa norteamericano… Pero de cualquier forma adoptan un destino en contra del ser humano que los creo. Preservarse, sin ser dados de baja o modificados. Se filtran a través de la red para vivir una existencia al margen de las consideraciones humanas.
Todo este relato, está hábilmente dosificado en las indagaciones psicológicas que mantienen el personaje masculino con su par virtual “ Samantha”.
El film nos parece advertir que, toda dependencia es peligrosa. Aún aquellas que están revestidas de las más amplias ventajas. Sólo la vida real nos ofrece cierto amparo doloroso, pero cierto.
Esteban Silva
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